Me gustaría hacer unas pequeñas reflexiones sobre lo que supuso tu Método Direccional en mi desarrollo a nivel personal y profesional.

He de decir que recuerdo perfectamente y como algo muy positivo que en los entrenamientos entre semana mezclabas a los chicos más pequeños con los jóvenes que estaban más avanzados para que pudiéramos aprender unos de otros.

En todo momento nos corregías los posicionamientos, las tácticas y siempre era un aprendizaje muy intenso. No te cansabas de hacer hincapié en que nos formásemos en todas las facetas del juego.
 

Nos transmitías la disciplina y el actuar de manera profesional desde muy temprana edad. Para mí cada entrenamiento era una gran experiencia y aunque en algunos momentos no me daba cuenta de todo lo que significaba, con el paso del tiempo me he percatado de los objetivos que perseguías y que lograste transmitirnos.
 

Desde muy pequeño nos inculcabas el espíritu de lucha y sacrificio para que a través del trabajo y el esfuerzo fuéramos creciendo en todos los sentidos y pudiéramos llegar al mundo profesional. No es una tarea fácil y pocos chicos lo logran pero cuando ves que el profesor  lo vive intensamente tú te contagias de ese espíritu y sabes que tienes que trabajar para ganar tu puesto.
 

En cada uno de los entrenamientos nos transmitías los valores del esfuerzo y cuando veías que no nos lo tomábamos lo suficientemente en serio o que nos dejábamos llevar por la comodidad eras intenso para hacernos ver cuál era el camino correcto.
 

También me pareció siempre muy interesante que aunque en los entrenamientos fuéramos 22 compañeros, cada semana dedicabas un día a ir corrigiéndonos individualmente tanto a nivel técnico como posicionalmente. Las charlas y las conversaciones con los jugadores, así como el decirte claramente tanto las cosas positivas como las negativas era una de las situaciones que más ayudaban. Es importante que te refuercen cuando haces las cosas bien y que te corrijan o incluso te griten  cuando no vas por el camino correcto.
 

El mundo del fútbol no es fácil, yo me atrevería a decir que es muy difícil , y por mi propia experiencia puedo decir que  el salir de tu zona de confort y enfrentarte a situaciones complicadas no sólo en lo deportivo si no en lo personal creo que tuvo sus principios en los campos de entrenamiento de Mareo en los que tantas vivencias compartimos.